¡¡Ayúdame por Favor!!


Dentro de mi rutina disfruto mucho de sentarme en los cafés de Polanquito con mi laptop en mano trabajando en mis actividades diarias y como es bien conocido por todos, en la zona existen gran cantidad de personas pidiendo dinero y solicitando ayuda. Mi filosofía consiste en ayudar a una sola persona por día, pero no cualquier persona, debe generarme agrado y sobretodo confianza. 

Hoy les escribo sobre el caso particular de una joven indígena y su pequeña nena de unos dos años que se han ganado mi confianza pues efectivamente he podido ver como la búsqueda de recursos van orientados al sustento y alimentación de la pequeña. Así pues, día a día cada vez que las veo comparto algo de dinero o de mi mesa con ellas, hasta ahora nada mas allá de lo normal. 



Después de unas cuatro semanas de ausencia mientras me encontraba de viaje regreso a mi rutina “Polanquera” y sentado en una mesa las veo caminar en la distancia siendo mi sorpresa escuchar como la niña le dice emocionada a su mamá: “Mami! Mami! Mi Amigo” – La niña se acerca caminando diciéndome con su vocabulario limitado y una sonrisa de oreja a oreja: “Hola Amigo, como estas? ¿Dónde estabas?”. Debo admitir que sus palabras generaron una fuerte emoción en mi y a los pocos instantes después de marcharse para seguir con su itinerario reflexioné en cuanto podemos hacer mejor la vida de los demás con pequeñas acciones y como esas personas pueden convertirse en fieles salvadoras de ti en un futuro próximo e incierto.

Y resulta igual con las personas que buscan una oportunidad laboral en este mercado tan competido y a veces hasta poco considerado. Poco tiempo atrás vi el post de un Gerente de Proyectos en búsqueda de trabajo, él tenia un perfil bastante interesante y con muy buena experiencia; si bien yo no contaba en el momento con alguna oportunidad para ofrecerle o referenciarlo, lo contacté, conversamos y compartí su CV con varios Head Hunters y Recruiters de mi confianza. Su reacción no se hizo esperar ofreciéndome su colaboración para cualquier necesidad que tuviese y hasta el día de hoy cada vez que conversamos me pregunta si hay algo en lo que me pueda ayudar. 



Desde nuestra zona de confort es muy fácil vivir con la Capa Roja y sentirnos Superman, en ocasiones ni volteamos a ver a personas de nuestro entorno que tienen una necesidad genuina y por las cuales podríamos hacer mucho. Nos olvidamos que la Kriptonita existe y que siempre puede aparecer el Lex Luthor que cambie nuestra situación de confort. 

Si hoy necesitas trabajo o ayuda y con anterioridad no has ayudado a nadie, probablemente tus posibilidades sean pírricas y similares a estar en un país o sociedad en donde no conoces a nadie y eres un total cero a la izquierda; por el contrario, si has invertido parte de tu tiempo y voluntad a ayudar a otros en el pasado, tus posibilidades serán mucho mayores.

Ser empático y colaborador no te garantiza la reciprocidad absoluta de todo el mundo, pero si de aquellas personas agradecidas que al final son las que importan y cuentan. 

¿A Quién Vas a Ayudar Hoy?

Amintore Confalonieri
www.amintoreoficial.com

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